Add parallel Print Page Options

Pero José se rehusó a hacerlo, y le dijo:

―Señora, mi amo confía en mí en todo lo relacionado con su hacienda; él me ha dado toda su autoridad. No me ha prohibido ninguna cosa. Solamente sobre usted yo no tengo ningún derecho, pues usted es su esposa. ¿Cómo podría yo hacerle una maldad tan grande como esta? Sería un pecado muy grande contra Dios.

10 Pero ella continuó con sus insinuaciones día tras día, a pesar de que él se negaba y evitaba en todo lo posible encontrarse con ella a solas.

Read full chapter